... en casi 60 minutos pasó por mi vista
toda una vida, o casi toda una vida, ni más ni menos...
La lucha, el esfuerzo, la pasión, el empeño de que todo
salga bien para poder estar bien.
El transitar por sinuosos caminos que nos llevan a diversas geografías
de temperaturas, de colores, de texturas. A veces me hizo sentir el
frío del hielo, pero también, la refrescante sensación
del agua de lluvia sobre mi cuerpo. Imágenes digitales que
la envolvían cálidamente, casi hasta proteger su frágil
imagen, allí en el medio del escenario, pero en un rincón
de la pantalla, estaba ella, con su nervio artístico, con su
fuerza indómita, manejando esos climax que se iban sucediendo
unos a otros casi sin respiro, no terminaba yo de caer virtualmente
que ya estaba inmerso en “otra parte de su vida”, por
momentos el escenario latía, pero, mi corazón también
lo hacía, creo que el “gran corazón del espectáculo
es Eloísa”, quien manejó los tiempos y los silencios
como una gran maestra visual y auditiva, por momentos pensé,
qué bueno que una artista argentina presente un espectáculo
tan bien armado y de tanta belleza en lo estético y poético...
... el recital terminó, pero, no me olvidaré tan fácilmente
de ese viaje que Eloísa nos propuso...
Eloísa López – electrónica Centro Cultural
Gral. San Martín.